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Maestro Yoda

La sabiduría del Maestro no está en su poder destructivo .. si no ... en su capacidad de escuchar ...

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La meditación permite colocar nuestra atención e intención en los planos más sutiles, con lo que podemos acceder a toda esa información y energía oculta sin explorar.

 

La meditación es un proceso sencillo aunque difícil de describir, pero muy fácil de hacer una vez que empiezas a practicarlo con regularidad.

 

A continuación te presentaré los elementos básicos de la meditación para que puedas aplicar exitosamente los principios del sincrodestino.

 

 

Nuestras mentes están constantemente activas, siempre saltan de un pensamiento a otro, de una

 

emoción a otra. Para establecer contacto con la inteligencia no circunscrita —el alma universal que

 

reside en nuestro interior y que es parte de todos nosotros— es necesario encontrar un camino que

 

vaya más allá de la neblina de pensamientos distractores que normalmente la ocultan. Es imposible

 

avanzar a través de esta barrera tanto como lo es hacerlo en una neblina real Si quieres ver al otro

 

lado de la calle en un día de niebla, nada físico que hagas podrá ayudarte. Debes esperar, paciente y

 

tranquilo, hasta que la neblina se disipe y se vaya por sí sola. De vez en cuando se abren claros que

 

te permiten ver qué hay del otro lado. Lo mismo ocurre con los pensamientos. Cuando estamos

 

tranquilos podemos encontrar momentos de silencio puro a los que llamo «claros», y a través de ellos

 

podemos dar un . vistazo al nivel más profundo del alma. Cada vistazo incrementa la comprensión;

 

finalmente, nuestra conciencia se expande.

 

        El propósito de la meditación es dejar de pensar por un momento, esperar a que la neblina de

 

pensamientos se disipe y dar un vistazo al espíritu interior. Para la mayoría es muy difícil controlar el

 

torrente de pensamientos. Los principiantes pueden sentirse frustrados, pero la frustración es apenas

 

otro pensamiento, otra emoción que se interpone en el camino. El objetivo es liberar todos los

 

pensamientos con tranquilidad y mesura.

 

        Una manera común de iniciar la meditación, consiste en concentrarse en una cosa sin

 

forzarse; de manera que sea más difícil que otros pensamientos entren a la mente. A mí me gusta

 

empezar con una meditación de respiración. Para iniciar la meditación, encuentra una posición

 

cómoda. Siéntate en una silla cómoda con los pies bien apoyados en el piso. Coloca las manos en tu

 

regazo, con las palmas hacia arriba. Cierra los ojos y presta atención a tu respiración. Observa cómo

 

entra y sale el aire sin intentar controlarlo de ninguna forma. Tal vez notes que tu respiración se

 

vuelve espontáneamente más rápida o más lenta, profunda o superficial, o que incluso se detiene por

 

un momento. Observa los cambios sin resistencia y sin anticiparte. Cuando tu atención se desvíe

 

hacia un sonido del entorno, una sensación en tu cuerpo o un pensamiento de tu mente, haz volver tu

 

conciencia, sin forzarla, a tu respiración.

 

        Ésta es la meditación básica. Una vez que una persona se siente cómoda con sólo sentarse

 

en silencio y concentrarse en su respiración, recomiendo agregar un mantra, el cual crea un ambiente

 

mental y permite expandir la conciencia.


Mantras

 

La palabra mantra consta de dos partes: «man», que es la raíz fonética de la palabra «mente», y

 

«tra», que es la raíz fonética de la palabra «instrumento». Así pues, la palabra mantra significa

 

literalmente «instrumento de la mente». La antigua tradición de sabiduría védica analizó los distintos

 

sonidos de la naturaleza, las vibraciones fundamentales del mundo que nos rodea. De acuerdo con

 

los vedas, estos sonidos son expresiones de la mente infinita o cósmica, y constituyen la base del

 

lenguaje humano. Por ejemplo, si pronuncias todas las letras el alfabeto, vocales y consonantes,

 

escucharás que esos sonidos son los que emiten espontáneamente todos los bebés. Estos sonidos

 

también contienen las mismas vibraciones que producen los animales. Y si escuchas cuidadosa-

 

mente, notarás que los mismos sonidos están por todas partes en la naturaleza. Son los sonidos del

 

viento, del crepitar del fuego, del trueno, de la corriente del río, del estallido de las olas en la playa. La

 

naturaleza es vibración. El ser infinito vibra y su vibración es rítmica, musical y primordial. La vi-

 

bración es el medio por el cual el potencial infinito se expresa como universo manifiesto.

 

        El universo manifiesto, al parecer formado de objetos sólidos, en realidad se constituye de

 

vibraciones, y los objetos vibran a distintas frecuencias. Obviamente, si pateo una roca grande no

 

siento vibración, sino dolor. Sin embargo, el hecho es que el pie que siente el dolor y el cerebro que lo

 

registra, también son vibración. La vibración interactúa con la vibración y nosotros interpretamos eso

 

como materia y sensación. Mantra es una palabra que describe esta característica del Universo.

 

        Se dice que los sabios antiguos escuchaban estas vibraciones del Universo cuando estaban

 

en profunda meditación. Todos podemos escucharlas en cualquier momento. Es sencillo. Si acallas tu

 

mente y te sientas en silencio, escucharás vibraciones. Puedes probarlo cuando quieras; incluso, si te

 

tapas los oídos las escucharás. Tu cuerpo también vibra con constancia, pero los sonidos son tan

 

leves que, por lo general, no los escuchas. Si te sientas en silencio en un lugar donde no haya ruido,

 

escucharás un zumbido de fondo en el aire. Y si empiezas a prestarle atención, con la práctica

 

lograrás escuchar todos los mantras que están registrados en la literatura védica.

 

        Los vedas también afirman que si recitas en voz alta un mantra, su patrón específico de

 

vibraciones genera efectos propios que pueden dar lugar a sucesos en el ámbito físico. La recitación

 

mental de un mantra genera una vibración mental, que luego se vuelve más abstracta; ésta, al final,

 

te traslada al campo de conciencia o espíritu puro desde donde surgió la vibración. Por ello, un

 

mantra es una manera muy eficaz de trascender y regresar a la fuente de pensamiento, que es

 

conciencia pura. Ésta es la razón por la que se recomiendan mantras específicos: por las vibraciones

 

específicas que inducen.

 

        El mantra que utilizo y recomiendo para alcanzar el sincrodestino es simplemente «so-hum».

 

Éste es el mantra de la respiración. Si te concentras en tu respiración escucharás «so-hum»

 

conforme el aire entra y sale de tus pulmones. Mientras inhalas, el sonido de esa vibración es «so»;

 

cuando exhalas, el sonido es «hum». Si quieres puedes experimentar con esto. Inhala

 

profundamente, cierra los ojos y la boca, y exhala con energía por la nariz. Si te concentras

 

escucharás el «hum» con claridad.

 

        Una de las técnicas de la meditación consiste, simplemente, en concentrarse en el lugar de

 

procedencia de la respiración. Con los ojos cerrados, inhala y piensa en la palabra «so»; cuando

 

exhales, piensa en la palabra «hum». Gradualmente, la respiración y el sonido se harán más y más

 

pausados. La respiración se tranquiliza tanto que casi parece detenerse. Cuando tranquilizas tu

 

respiración, tranquilizas tu mente. Cuando trasciendes, el mantra «so-hum» desaparece por completo

 

y tu respiración se detiene por un instante. El tiempo mismo hace una pausa y te encuentras en el

 

campo de la conciencia pura, en el ámbito no circunscrito, en el espíritu, en el fundamento del ser.

 

        El mantra, por tanto, es una forma de experimentar la conciencia no circunscrita. Aborígenes

 

australianos, hindúes, indios americanos y muchas otras culturas tradicionales los han utilizado

 

durante miles de años. En todas las tradiciones, el uso de mantras implica cantar para crear

 

vibraciones especiales, sonidos del Universo que forjan algo de la nada, que mueven energía de lo no

 

manifiesto a lo manifiesto.

 

Sutra

 

Un sutra es un mantra con significado. El mantra en sí mismo no significa nada; es sólo una vibración,

 

un sonido. Se convierte en sutra cuando hay una intención codificada en el sonido. Sufra es una

 

palabra en sánscrito que deriva de la voz latina «sutre». Ésta es la raíz de la palabra castellana «su-

 

turar», que significa «unir con costura». Un sutra es literalmente un zurcido en el alma, un zurcido de

 

intención. Tanto los mantras como los sutras nos permiten trascender a una conciencia más profunda.

 

Puedes utilizar el mantra «so-hum» para trascender y después una palabra, un sutra, para sembrar una intención particular en tu conciencia.

 

         Los mensajes de los sutras son simples y complejos al mismo tiempo. Puede tomarme todo un

 

día o la mitad del libro, explicar y comprender el sutra «aham brahmasmi» («la esencia de mi ser es la

 

realidad última, raíz y sustento de todo lo que existe»). Sin embargo, él mismo contiene la

 

comprensión plena de ese complejo pensamiento. El sutra, esa frase, encierra su comprensión total.

 

Con sólo ponerle atención experimentarás y comprenderás la explicación de su contenido.

 

         Hay mantras y sutras que han sido utilizados provechosamente durante miles de años y que

 

encontrarás en los capítulos que siguen. Son un camino para llegar al sincrodestino. Aunque las

 

palabras en sánscrito que expresan esos sutras te suenen extrañas, eso no les resta efectividad. No

 

tienes que entender su significado para que funcionen. Recuerda: son los sonidos de la naturaleza e

 

incluyen su significado. El alma entenderá su significado aun cuando tú no puedas.

 

         ¿Por qué se utilizan como mantras y sutras estas antiguas palabras, en vez de otras más

 

modernas? La respuesta tiene que ver con la potencia. La utilización de mantras y sutras nuevos

 

dificulta el proceso de experimentar la sincronicidad. Puedo ir de mi casa a la oficina de muchas

 

maneras: puedo tomar la carretera; guiarme con un mapa de carreteras o con uno topográfico; tomar

 

un helicóptero; ir al muelle y tomar un barco.

 

         Sin embargo, si tomo un camino bien andado, conocido y que he tomado muchas veces, el

 

viaje será más fácil. Del mismo modo, los mantras y sutras que han sido utilizados durante miles de

 

años, por millones de personas a lo largo de las generaciones, constituyen la ruta más sencilla hacia

 

la trascendencia y el ámbito no circunscrito.

 

         Hay una razón más para utilizar algo que ha sido empleado muchas veces antes para un

 

propósito particular. Cada vez que se utiliza un mantra o un sutra, se incrementan las posibilidades de

 

que se produzca un resultado similar en un uso posterior de ese mantra o sutra. Recordarás que en la

 

disertación sobre la onda-partícula en el capítulo 1 vimos que cada vez que una onda-partícula se

 

transforma en un patrón de onda específico, se incrementan las posibilidades de que se transforme

 

en el mismo patrón de onda en el futuro.

 

         En realidad, los sutras son intenciones que aumentan las probabilidades estadísticas de

 

conversión de una función de onda, dentro de un rango de probabilidades previsible. Esto significa

 

que mientras más se utilice un sutra, mayor es la probabilidad de que su intención se cumpla. Por

 

ello, es mejor usar un sutra antiguo y muy usado que uno nuevo. Procura no desanimarte por el uso

 

del sánscrito; considera a estas antiguas palabras como aliadas, en tu búsqueda de la trascendencia

 

que lleva al sincrodestino.

 

         Los siguientes capítulos explican los siete principios del sincrodestino e incluyen ejercicios que

 

fortalecerán tu comprensión. Estos siete principios son formas de pensar las características de la

 

inteligencia no circunscrita, así como de relacionarlas con tu vida. Cada principio ofrece una lección

nueva, una manera novedosa de relacionarte que te acerca al espíritu con sus posibilidades infinitas.


A continuación está el programa para alcanzar el sincrodestino, una forma específica de utilizar todos los elementos que hemos visto hasta ahora:

 

1. Comienza cada día en un lugar tranquilo, donde no seas molestado. Reúne símbolos de

 

   tus arquetipos y colócalos frente a ti.

 

2. Medita durante veinte minutos y utiliza el mantra «so-hum». Esto expande tu conciencia y

 

   te pone en un estado de ánimo receptivo.

 

3. Inmediatamente después de la meditación, cuando abras los ojos, observa los símbolos de

 

   tus arquetipos y hazles una invitación o invoca a las energías arquetípicas para que se

 

   expresen a través de ti. Di: «Les pido que se vuelvan parte de mí y actúen a través de mí.

 

   Guíen mi vida».

 

4. Lee el principio del sincrodestino que corresponde a este día. Hay siete principios del

 

   sincrodestino y siete días en la semana. El día que empieces, lee el primer principio. No

 

   tienes que comprender todos los conceptos contenidos en ese principio. Sólo léelo. En el

 

   segundo día, continúa con el segundo principio; en el tercero, con el tercero, etcétera. Te

 

   recomiendo que no saltes para atrás y para adelante. El octavo día regresa al primer

 

   principio y comienza la serie otra vez.

 

        Cada principio tiene un sutra que condensa sus enseñanzas. Comprende a fondo el

 

significado del sutra. Realiza los ejercicios que le corresponden, hasta que se hayan convertido en

 

parte de tu realidad. Después de varias semanas, lograrás obtener los beneficios del capítulo entero

 

con sólo leer el sutra. Lo ideal es que sigas este programa diariamente y que cada día, cada semana

 

y cada mes te acerque a cumplir el destino de tu vida.

 

        Estos primeros cuatro pasos no deben tomar más de veinte o treinta minutos. Repite el

 

procedimiento en la noche. Durante el resto del día no tienes que hacer nada especial. Sólo vive tu

 

vida normalmente. La meditación matutina dirige tu intención durante el día aun cuando no pienses

 

en ello. Al leer el principio, creas esa intención y permites que la inteligencia no circunscrita sincronice

 

los millones de acontecimientos individuales que deben ocurrir para que se cumpla. Eso es todo lo

 

que tienes que hacer.

 

        Aunque la intención trabaja por sí misma por medio de la sincronicidad, organizada a su vez

 

por la inteligencia no circunscrita, la sincronicidad puede bloquearse a causa del ego. ¿Cómo

 

podemos saber cuando el ego se interpone en el camino de nuestros sueños? Hay muchas pistas,

 

pero la más importante es la ansiedad. Sentimos ansiedad cuando nuestro ser o espíritu está

 

eclipsado por la propia imagen o por el ego. Nuestro ser auténtico, esencial, no siente estrés ni ansie-

 

dad. Una persona centrada no siente estrés ni ansiedad. Estos sentimientos son señal de que tu

 

conexión íntima con la entidad no circunscrita está bloqueada. Esto le ocurre con frecuencia a la

 

mayoría. La manera de superar este obstáculo y recuperar la dirección perdida a causa del estrés o

 

ansiedad es con un proceso al que llamo heliotropismo.

 

        El heliotropismo es el mecanismo natural que permite a las plantas crecer en dirección a la

 

luz. Por extensión, creo que tus pensamientos e intenciones son el equivalente de esa luz, y que el

 

mundo crece en la dirección que hará que esas intenciones se cumplan. Utiliza las «Afirmaciones

 

sutra» que están al final de cada uno de los siguientes siete capítulos, siempre que sientas estrés o

 

ansiedad o que te alejes de tu centro durante el día. Simplemente, acude a la afirmación sutra de ese

 

día (tal vez quieras fotocopiarlas y llevarlas contigo para que puedas usarlas cuando necesites

 

restablecer tu sentido del ser). Lee la primera afirmación en silencio y permite que surja una imagen

 

en tu conciencia. Tan pronto como percibas la imagen, recita el sutra de ese día indicado en los

 

ejercicios. Haz lo mismo con cada una de las afirmaciones de ese día. Tan pronto como termines

 

todas las afirmaciones, cosa que te llevará aproximadamente un minuto, debes sentirte centrado de nuevo.

 

        Después de cada capítulo encontrarás uno o varios ejercicios diseñados para ilustrar los

 

principios y guiarte a una comprensión más profunda de los sutras. Estos ejercicios no son parte de la

 

meditación diaria, sino un complemento. Realízalos cuando sientas que te gustaría dar ese paso

 

extra hacia la comprensión de los principios del sincrodestino.

 

        En última instancia, esto es todo lo que necesitas para llegar a donde ocurre el sincrodestino:

 

los siete principios, los siete sutras, tus arquetipos, la capacidad de meditar utilizando el mantra «so-

hum», y las afirmaciones sutra para cuando sientas que empiezas a perder tu centro.

 
   
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